Ojalá hubiera conocido antes el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad -TDAH-.
Me hubiera encantado ser diagnosticada en la infancia.
Estas son las reflexiones y testimonio que nos ofrece Elisa Farias, desde México. Vivencias acerca de lo que ha significado y significa el TDAH en su vida. Así lo cuenta:
«Al existir diferencias de género en el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad), las mujeres muchas veces pasamos desapercibidas. Y así fue mi vida no solo el TDAH, sino el factor ambiental en el que crecí y ahora comprendo que es esencial en el Neurodesarrollo del adulto.
Si tan solo supiéramos que los cimientos del bienestar en el adulto están en el Neurodesarrollo, los papás dejarían de decir que nadie nace sabiendo ser padre. Eso ya no aplica ahora que los últimos 40 o 50 años han habido los estudios del cerebro y por ende del comportamiento humano como nunca antes.
Por ello la importancia de que no solo el factor genético, sino el ambiental, el nutricional son factores determinantes en la vida de un adulto.
Veo tanto dolor y sufrimiento en adolescentes. Adultos donde cada día existe más depresión, divorcios y suicidios como nunca antes. No sabiendo que esto podría evitarse. Era muy sencillo, un poco con el diagnóstico en la edad infantil hubiera ayudado.
Con la evaluación oportuna. Intervención precoz.
Cuando me diagnosticaron, no sabía que el TDAH era un trastorno del Neurodesarrollo, toda mi vida pensé que era falta de voluntad. De esfuerzo y me frustraba por no ser como el normal.
Cuando comprendí todo ello dije: Por qué nadie habla de ello. Por qué si tiene tanta repercusión en la vida adulta a pocos les importa. Tantas preguntas.
No sabía cómo funcionaban las pruebas Neuropsicológicas.
Era como si todas las piezas del rompecabezas, se fueran acomodando para entenderme mejor. Nunca antes había escuchado que existían los Neuropsicólogos. No sabía qué hacían. Por ello cuando me hice mis pruebas Neuropsicológicas, después del diagnóstico, supe cómo funcionaba mi cerebro. Dónde están mis debilidades en entender instrucciones habladas o escritas. Supe entender mis fortalezas como la memoria visual. Mi razonamiento concreto. Todo eso influye para ahora enfocarme en mis fortalezas, habilidades y sobretodo desarrollarme como persona. Y no como tantos años que estuve pensando lo que me sentía incapaz de hacer o que no poda hacer. No con tanta frustración, incomprensión, tantas dudas. Ahora me miro al espejo y se quién soy.
Aprendí que no tenia por qué compararme. Que mi ritmo de aprendizaje, de desarrollo emocional y de vida ha sido diferente. Ya no lucho por encajar -en lo normal-. Me amo y me acepto más que nunca. Así Neurodivergente. Esforzarme por conocerme a mí misma, es el mejor regalo que puedo tener en la vida. Sin duda».
Este es un bello testimonio de Elisa. Una persona luchadora. Una persona TDAH, con metas, objetivos y desarrollándose plenamente como persona y profesionalmente. Todo es posible, todo es alcanzable.
Gracias Elisa, por compartir con todos nosotros tu emotivo testimonio. Sinceramente y orgullosos de tenerte cerca en nuestros corazones.